El Autismo es una afección neurológica permanente
que se manifiesta en la primera infancia, independientemente del género, la
raza o la condición social y económica. El término espectro autístico se
refiere a una serie de particularidades. Un apoyo y un entorno adecuado y la
aceptación de esta variación neurológica permiten a aquellos que padecen
trastornos del espectro autístico disfrutar de las mismas oportunidades y
participar de manera plena y eficaz en la sociedad.
El autismo se caracteriza principalmente por
peculiaridades en la esfera de la interacción social y dificultades en
situaciones comunicativas comunes, modos de aprendizaje atípicos, especial
interés por ciertos temas, predisposición a actividades rutinarias y
particularidades en el procesamiento de la información sensorial.
El índice de autismo en todas las regiones del mundo
es alto y la falta de comprensión produce fuertes repercusiones sobre las
personas, sus familias y las comunidades.
La estigmatización y la discriminación asociadas a
la diversidad en el ámbito neurológico siguen siendo los principales obstáculos
para el diagnóstico y el tratamiento; se trata de una cuestión que deben
abordar tanto los encargados de la adopción de políticas públicas de los países
en desarrollo como los países donantes.
El sistema de las Naciones Unidas ha celebrado la
diversidad a lo largo de toda su historia y ha promovido los derechos y el
bienestar de las personas con discapacidad, incluidos los niños con diferencias
en el aprendizaje y discapacidad del desarrollo. En 2008, entró en vigor la
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, lo que reafirmó
el principio fundamental de los derechos humanos universales para todos. El
propósito de la Convención es “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en
condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de
su dignidad inherente”. Se trata de una herramienta infalible para fomentar una
sociedad inclusiva que cuide a todos sus miembros y garantizar que todos los
niños y adultos con autismo puedan llevar una vida plena y gratificante.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró
por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el
Autismo (A/RES/62/139) para poner de relieve la necesidad de contribuir a la
mejora de la calidad de vida de las personas con autismo, para que puedan
llevar una vida plena y gratificante como parte integrante de la sociedad.
«En
este Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, ayudemos todos a cambiar
las actitudes hacia las personas con autismo y a reconocer sus derechos como
ciudadanos, que, igual que todos los demás, tienen derecho a reivindicar esos
derechos y a tomar decisiones sobre su vida de acuerdo con sus propios deseos y
preferencias».
Mensaje del Secretario General, António
Guterres
con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, 2 de abril de 2017
con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, 2 de abril de 2017