Murió
lejos de su Valencia natal a la edad de 65 años, pues había nacido en los
últimos días de 1890, en la época de Raimundo Andueza Palacio, ya en tierra las
estatuas de Guzmán Blanco y asomando sus ambiciones de poder, quien más tarde
morirá en la Mata Carmelera y construirá el ferrocarril de Caracas hasta la
bella patria chica de Pocaterra.
Pocaterra murió siendo profesor de
la Universidad de Montreal, en Canadá.
Pero además de docente era político y fundamentalmente escritor de
palabra recia amante de la libertad.
Antes de cumplir los veinte años ya
era Secretario del Ministro de Obras Públicas.
Entonces podríamos decir que se inicia como político. Escribe en la prensa de aquellos días y en el
periódico “Pitorreos” de Job Pim no faltan sus colaboraciones. En 1936 fue electo senador y desde su curul
ascendió a la Presidencia del Congreso.
Más tarde será Ministro del Trabajo y Comunicaciones. Presidente del Estado Carabobo y finalmente
diplomático. Llegó a desempeñarse como Embajador
de la Gran Bretaña, la Unión Soviética, Estados Unidos y Brasil.
Entre sus obras de escritor
destacan: “Política Feminista”, “Vidas Oscuras”, “Tierra del Sol
Amada”, “Cuentos Grotescos”, “Integración Venezolana”, “La Casa de los Abila”,
“Canto a Valencia del Rey” y “Memorias de un Venezolano de la Decadencia”.
Posiblemente sean las dos últimas
las obras más conocidas y comentadas de José Rafael Pocaterra. “Canto a la Valencia del Rey” es un mensaje
de rebeldía juvenil en el que trasciende su gran amor por su tierra y la
protesta contra los usurpadores del poder.
Mientras que “Memoria de un Venezolano de la Decadencia” novela con
realidad lacerante las dictaduras de Castro y Gómez proyectada desde el ángulo
de la conspiración, las cárceles y el exilio.
En esta obra José Rafael Pocaterra pone de manifiesto su gran garra
literaria y su capacidad de intelectual, talentoso y crítico.