El
bullying o acoso escolar es una forma de maltrato reiterada que se produce
entre escolares. Se trata de un hecho muy grave que, en el caso de algunas de
las víctimas, puede llevar hasta el suicidio. Por eso es importante detectarlo,
aunque en muchos casos sea difícil. Siempre que tengamos un indicio de que se
está produciendo un caso de acoso escolar en la escuela de nuestros hijos,
aunque estos no estén implicados, deberemos ponerlo inmediatamente en
conocimiento de la escuela.
Los
estudios sobre el bullying dicen que hay unos rasgos que hacen que algunos
chicos y chicas tengan más riesgo de sufrir acoso. En general todos los
adolescentes que se salen un poco de la norma, lo tienen. Aquellos que son más
inteligentes, más brillantes o que destacan más en alguna de las actividades
académicas están entre ellos. También los chicos y las chicas a los que les
cuesta más hacer amigos, los más tímidos o los más retraídos estarían entre las
potenciales víctimas. Pero los padres no deben olvidar que esa es una norma
general por lo que cualquier chico o chica puede llegar a sufrir bullying.
Las
víctimas del bullying suelen ocultarlo a sus padres y maestros. Por eso es
importante estar atentos a lo que les ocurre a nuestros hijos. Además hay una
serie de indicios que pueden ayudarnos a descubrir una situación de acosos
escolar en la vida de nuestros hijos:
*Cambios
en el estado de ánimo. Si advertimos que nuestro hijo(a) está más triste de lo
habitual sin que haya una causa aparente y que esa tristeza dura un tiempo,
deberemos hablar con él para averiguar si se debe a una situación de acoso.
*Se
niega a ir a la escuela. Si de pronto un(a) chico(a) se niega a ir a la
escuela, inventa enfermedades para quedarse en casa o pone objeciones absurdas.
*Cambia
su comportamiento. Si comienza a mostrarse miedoso, nervioso, distraído o
huidizo y no consigue explicarnos por qué le ocurre eso.
*Tiene
moratones o heridas frecuentes.
*Le
desaparece dinero u objetos personales y tampoco es capaz de explicar dónde
están o da explicaciones absurdas.
*No
siempre es acoso
Si
a nuestros hijos les pasan una o varias de estas cosas, no es seguro que la
causa sea que esté siendo sometido a abuso escolar pero tendremos que hablar
con él o ella e indagar qué está ocurriendo. Aunque no siempre es fácil hablar
con los adolescentes debido a sus continuos cambios de humor y a su necesidad
de autonomía, los padres que adviertan uno o varios de estos signos no deben
abandonar el intento de conocer la razón. Y si es necesario hablar con sus
maestros y con sus amigos hasta descubrir qué le está ocurriendo a su hijo.
Los
padres de chicos que están sufriendo bullying deben entender que su hijo está
atravesando por una situación dificilísima en la que va a necesitar mucha
ayuda. Hay algunas cosas que se pueden hacer, primero para terminar con esa
situación y, además, para ayudar a los chicos y chicas a superarla:
Ponerlo
inmediatamente en conocimiento de la escuela para que intervenga en la
detención de la situación. Hablar con la dirección, con los maestros y con los
consejeros para que establezcan un plan de actuación.
Mantenerse
en contacto continuo con la escuela para seguir la evolución de ese plan de
actuación. Y notificar cualquier cambio que se produzca en la actitud de
nuestros hijos sea para bien o para mal.
Hablar
con los chicos o chicas. Es muy importante que las chicas o chicos que están
sufriendo maltrato sepan que cuentan con la confianza y el apoyo de su familia.
Por ello es necesario dedicarles tiempo suficiente.
Reforzar
su autoestima. Generalmente la autoestima de las víctimas de bullying resulta
muy dañada así que será imprescindible que ayudemos a nuestros hijos a
recuperar la suya. Incluso podremos hablar con su médico por si fuera necesaria
la intervención de un terapeuta.
Proponerle
actividades fuera de la escuela con las que pueda crear un nuevo círculo de
amigos que refuercen su autoestima y le ayuden a salir de la situación. En el
caso de que la intervención de la escuela nos parezca inadecuada, existen en
casi todas las ciudades asociaciones encargadas de proteger a la infancia y en
muchos casos, dedicadas especialmente a las víctimas del bullying y en ellas
nos ayudarán a decidir qué pasos dar.
La
LOPNA Frente al Acoso Escolar
El
Artículo 32 de la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente
establece que “El estado, las familias y la sociedad deben proteger a todos los
niños, niñas y adolescentes contra cualquier forma de explotación, maltrato,
torturas, abusos o negligencias que afecten su integridad personal. El Estado
debe garantizar programas gratuitos de asistencia y atención integral a los
niños, niñas y adolescentes que hayan sufrido lesiones a su integridad
personal”.
Esto
quiere decir:
Que
todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho al buen trato.
Comprende
una crianza y educación no violenta, basada en el amor, el afecto, la comprensión
mutua, el respeto recíproco y la solidaridad.
La
LOPNA establece sanciones penales para quien incurra en tortura, trato cruel o
maltrato en sus Artículos 253 y 254.
En
el caso de los niños y adolescentes todo hostigamiento o acoso de cualquier tipo
está considerado como un delito.
Se
puede acudir a:
Consejos
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes
Tribunales
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
Ministerio
Público.
Fuente:
adolescentes.about.com