La Divina
Pastora de Barquisimeto es una advocación mariana de la Iglesia católica. Su
imagen tiene su principal centro de veneración en el Santuario de Santa Rosa
situado en la parroquia Santa Rosa de Barquisimeto, es la patrona de la ciudad.
Cada 14 de enero se celebra una multitudinaria peregrinación mariana, que es
considerada la tercera más grande a nivel mundial, solo es superada por la que
se hace con la Virgen de Guadalupe (México) y la Virgen de Fátima (Portugal).
Sin embargo, tiene un toque auténtico y es que la imagen de la Virgen sí sale
de su templo y recorre buena parte de la ciudad. Por lo tanto, se puede decir
que es la procesión mariana más grande del mundo en lo que respecta a nivel de
asistencia.
Hacía el año
1703, el padre Fray Isidro de Sevilla Ilustre predicador capuchino y gran
devoto de la Virgen María, fue quien comenzó a venerarla bajo la advocación”
Divina Pastora de las almas”. En la ciudad de Sevilla- España, era costumbre
rezar los rosarios populares y dicho padre aprovechaba que la muchedumbre se
reunía, para predicar en honor a la Virgen. La devoción a la Divina Pastora
alcanzó gran popularidad, y luego se extendió por todo el ámbito de la
geografía española.
El sentido del
título de Pastora es esencialmente misionero. Así como Jesús es el Buen Pastor
que siempre está pendiente de su rebaño, también su Madre, María, cuida de las
ovejas de su hijo donde quiera que se encuentren. Los miembros de la orden
capuchina que vinieron a América, trajeron consigo la nueva advocación, que
formó parte de las enseñanzas catequéticas capuchinas entre los grupos
indígenas.
La devoción se
fue extendiendo a diversas partes: entre ellas se propagó en la Isla Trinidad y
a mediados del siglo XVIII, la devoción fue llevada también a Colombia.
En Venezuela, la
devoción se extendió a los llanos de Caracas con la llegada de los capuchinos
hacia el año 1706. Uno de esos capuchinos fue Fray Marcelino de San Vicente,
prefecto de las misiones de los llanos de Caracas.
Al correr del
siglo XVIII, los padres capuchinos dieron a conocer la Divina Pastora entre los
aguerridos gayones de las sabanas de Bobare. Fue emblema de la gesta
pacificadora de los indios de los llanos y los gayones de Santa Rosa.
En cuanto a la
providencial adquisición de la imagen ha surgido una leyenda que se ha repetido
de una generación a otra, y hoy es una verdad aceptada entre los habitantes de
Barquisimeto.
Aconteció que el
cura de la iglesia de la Inmaculada Concepción de esta ciudad, deseando proveer
a su iglesia con una imagen de la Divina Pastora, encargó su escultura. Al
mismo tiempo, el Padre Sebastián Bernal, párroco del Pueblo de santa Rosa del
Cerrito, quiso también para la suya una imagen de la Inmaculada Concepción.
Ambos sacerdotes, de común acuerdo, hicieron su solicitud al mismo escultor,
con la finalidad de dotar a la feligresía para la celebración de las fiestas
anuales del 8 de diciembre. Pero ocurrió una equivocación que muchos señalan
como providencial; el cajón contenía la imagen de la Divina Pastora fue
dirigido al Padre Bernal y el de Inmaculada Concepción, al vicario de
Barquisimeto. Cuando el Padre Bernal en Santa Rosa, se dio cuenta del error,
ordenó que la caja fuera cerrada y que la llevaran de inmediato a su destino:
Barquisimeto. Cuando el indio que tenía el encargo de devolver la imagen trató
de levantarla del suelo y cargarla, notó que se había vuelto muy pesada y por
más esfuerzos que hizo, no pudo moverla del sitio donde estaba. El padre
Bernal, sorprendido, comunicó al vicario la noticia para que éste resolviera
como superior, qué hacer en ese caso. El Vicario, enterado del hecho, dijo que
por él, la Divina Pastora manifestaba a las claras su voluntad de que su imagen
permaneciera en santa Rosa, y que allí se le rindiese culto y veneración. Desde
entonces la imagen se quedó para siempre en la Iglesia de Santa Rosa desde que
allí llegara providencialmente poco después del año 1736.
En
2016 se estimó que casi 4 millones de devotos y peregrinos acudieron a la
procesión procedente de distintas partes de Venezuela y del mundo para
acompañar a la Divina Pastora en su camino desde la iglesia de Santa Rosa a la
Catedral de Barquisimeto en el estado Lara. Los larenses la veneran con especial
cariño y devoción, regalándole sombreros y trajes de telas preciosas, algunos
de ellos encargados a los modistos más afamados del mundo, motivo por el cual
muchas personas comentan que no hay mujer en Venezuela que tenga un vestuario
más lujoso que el de la Divina Pastora de Barquisimeto.
Fuentes: www.desderubio.com/efemerides./www.wikipedia.org