Dos terceras partes de la superficie de la Tierra están cubiertas por océanos, que constituyen una fuente de infinitos recursos: alimentos, energía, agua, hidrocarburos y recursos minerales. El mar, en interacción con la atmósfera, la litosfera y la biosfera, favorece unas condiciones que posibilitan las distintas formas de vida en el planeta.
De los océanos se obtienen toneladas de pescado cada
año, sal y agua dulce. Además, el desarrollo de reservas petroleras y de gas
natural en ellos abastece gran parte de la demanda mundial de hidrocarburos
combustibles.
En 1994 entró en vigor la Convención de las Naciones
Unidas sobre la Ley para los Océanos. El 8 de junio se celebra a partir de una
iniciativa canadiense.
Este día se celebra por una iniciativa canadiense, y
su celebración es relativamente reciente. Los océanos cubren dos terceras
partes de la superficie de la Tierra, y a través de sus interacciones con la
atmósfera, litosfera y la biosfera, juegan un papel relevante en la
conformación de las condiciones que hacen posible las distintas formas de vida
del planeta.
Además de servir como hábitat de una vastísima
colección de plantas y animales, los océanos proporcionan alimento, energía y
múltiples recursos a los seres humanos.
En 1994, la comunidad internacional dio un paso muy
importante para la protección de los océanos al haber entrado en vigor la
Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley para los Océanos.
Una de las principales tareas de la campaña en favor
de la flora y la fauna marinas es la preservación del atún, el tiburón, el pez
espada y las poblaciones de merlín.
En 1997 la Asamblea General de las Naciones Unidas
designó el año 1998 como el Año Internacional de los Océanos.