Se dice que la
música es el lenguaje universal, es por eso que un día como hoy celebramos de
la mano con los compositores y músicos de todos los géneros que con sus
creaciones día a día nos endulzan el oído.
Hoy 22 de
noviembre la UNESCO estableció esta fecha para reconocer este día ya que desde
hace siglos son muchos los músicos que nos han deleitado con diversos géneros.
Algunos datos curiosos, esta celebración
se conmemora además porque se le liga con Santa Cecilia, una mártir del
cristianismo que es representada desde el siglo XV tocando el arpa u otros
instrumentos.
El
origen de esta celebración es por el día de Santa Cecilia, que es la patrona de
los músicos. Algunas fuentes mencionan que se debe a pintores del siglo XV que
Santa Cecilia sea vinculada con la música, ya que en sus cuadros las mostraban
tocando el arpa, el órgano y otros instrumentos; este festejo se comenzó un 22
de noviembre con un evento realizado en Evreux, Normandía en el año de 1570 con
un torneo de compositores de la época.
Posteriormente
desde 1695 en Edimburgo se comenzó a celebrar con cierta regularidad a la
música; de esta manera le siguieron otros países como Francia, España,
Alemania, entre otros que gustaron de tan entusiasta fiesta en honor de los
músicos. Más tarde en Latinoamérica se siguió con la tradición de este día
entre los años de 1919 y 1920 en Río de Janeiro, Brasil, hasta extenderse en
resto de América.
Cabe
resaltar que la celebración del Día Internacional del Músico está ligada,
indirectamente al cristianismo, ya que en la actualidad se debe a los medios
electrónicos por lo que ya casi nadie lo recuerda como el Día de Santa Cecilia,
patrona de la música, sino como el día para los músicos; lo importante de esta
conmemoración es que estas singulares personas sean homenajeadas por hacernos
pasar bonitos y gratos momentos con sus melodías.
Ser
músico es una mezcla de placer y responsabilidad. El placer va inmerso en el
hecho de poder expresar diversidad de formas, texturas, colores y aromas con
una gama interminable sonidos. La responsabilidad radica en el hecho concreto
de ser un compromiso con el arte mismo, con la cultura, con las expresiones
urbanas o autóctonas, según sea el caso, y, no por último menos importante, el
compromiso consigo mismo, donde las ideas y el sentimiento van de la mano con
las notas y silencios que emanan de un instrumento musical (voz incluida). Por
otro lado, ser músico es casi que una bendición divina, una forma de poder
experimentar como el alma vuela y se expresa de manera clara, sincera,
dibujando expresiones en el aire que transporta sonoridades. Hoy, cuando
celebramos el Día internacional del músico, nos unimos al júbilo
de ellos que se encuentran en diversos lugares del planeta liberando
los sonidos que mueven al mundo a través del universal lenguaje que representa
la música, buscando siempre alegrar y llenar espacios con los maravillosos
colores de las siete notas.