En diciembre de 2011, la Asamblea General designó el
21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down. Con esta celebración, la
Asamblea General quiere aumentar la conciencia pública sobre la cuestión y
recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las
personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la
diversidad de sus comunidades. También quiere resaltar la importancia de su
autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus
propias decisiones.
El 21 de marzo de 2017 se celebra el 12º aniversario
del Día Mundial del Síndrome de Down. El tema de 2016 es: «Mis Amigos, Mi
Comunidad. Los beneficios de los entornos inclusivos para para los niños del
presente y de los adultos del mañana».
Hace algunas décadas los niños con Síndrome de Down
morían a temprana edad a consecuencia del desconocimiento o desatención de sus
cardiopatías. Incluso se hablaba de que no existían adultos con Síndrome de Down.
En la actualidad, es claro que el Síndrome de Down, en sí mismo no es una
enfermedad, sino una condición de vida y que mediante una adecuada labor
preventiva se pueden evitar o manejar oportunamente, las implicaciones de salud
y con ello darles una buena calidad de vida.
La vida social de las personas con Síndrome de Down
también ha cambiado, actualmente se reconocen y se respetan sus derechos y su
capacidad para ser parte fundamental de su familia y de su entorno, para tener
amigos, parejas estables y desarrollar una vida afectiva como la de cualquier
otra persona.
¿Qué
es el Síndrome de Down?
El Síndrome de Down se caracteriza por una
inteligencia que se define como un CI o Cociente Intelectual de 70 o menos, que
impide que la persona aprenda correctamente. Entre el 30 y el 50 por ciento de
los bebés con Síndrome de Down también tienen defectos congénitos del corazón y
muchos presentan deficiencias en sus capacidades visuales y auditivas,
malformaciones intestinales, que generalmente se corrigen con cirugía y otros
problemas de salud.
El origen de la enfermedad es totalmente genético y
no se conocen las causas. Empieza cuando se fusionan el óvulo con el
espermatozoide. Normalmente cada una de las células sexuales contienen 46
cromosomas, pero hay ocasiones, en que sin saber la causa, aparece un cromosoma
extra en cada célula, el conocido como cromosoma 21, que da origen al Síndrome
de Down. Esto se conoce como trisomía 21, debido a la presencia de tres
cromosomas 21 en la cadena genética. Gracias a los avances médicos, el Síndrome
de Down puede identificarse y diagnosticarse desde antes del nacimiento,
mediante un procedimiento llamado amniocentesis, por ultrasonido y otros
exámenes prenatales.
La inclusión social de estas personas debe comenzar
desde el primer momento del diagnóstico y la aceptación que tienen los padres
ante el diagnóstico de este síndrome que genera movilizaciones a nivel
educativo, social y laboral.
En nuestro país, esta inclusión es real con el
decreto de la Ley para las Personas con Discapacidad, publicada en enero de
2007, que les permite a estos individuos gozar de diversos beneficios, que
obligan a la colectividad a reconsiderar los derechos y deberes que poseen con
la sociedad.
Fuente:
Nota de Prensa / MG