Para 2009, 1.671 niños
venezolanos vieron truncada la alegría de la infancia por la necesidad de
batallar contra el cáncer. Estas cifras, ofrecidas por el Ministerio de Salud,
envuelven en número un problema de salud pública que congregó a más de 90 naciones
del mundo para decretar este 15 de febrero como el Día Internacional por la
lucha contra el cáncer infantil.
Desde hace 13 años, cada
día como hoy se conmemora en el mundo el Día por la lucha contra el cáncer
infantil para recordar la necesidad de que se unan esfuerzos para fomentar el
diagnóstico temprano de esta enfermedad.
De acuerdo a cifras de la
Unión Internacional contra el Cáncer, el cáncer en los niños es una enfermedad
que, contrario a los adultos, es curable en un 85% de los casos. No obstante,
más allá de este esperanzador pronóstico, la alta tasa de mortalidad infantil
por esta enfermedad, principalmente en los países que conforman los dos tercios
menos pudientes del mundo, es consecuencia de la falta de información al
respecto y del diagnóstico tardío de las afecciones.
La doctora Ruth Gómez,
directora del oncológico infantil Luis Razetti, ubicado en Caracas, explica que
pesar de que el cáncer infantil representa el 2% de todos los cánceres del ser
humano, su importancia radica en que constituye la segunda causa de muerte en
los niños menores de 15 años alrededor del mundo.
Además de este indicador,
Gómez agrega el impacto psico-emocional que un diagnóstico de cáncer infantil
produce no sólo en el niño que lo padece sino también en el entorno familiar".
No es una noticia fácil de digerir, ni en el momento inmediato ni cuando se
toma conciencia del matiz que tendrán los días venideros.
"Generalmente el
cáncer infantil tiene muchas diferencias con el cáncer en adultos, primero
porque el tipo de cáncer se manifiesta de una manera más brusca que en los
adultos, pero por otro lado hay muchas más posibilidades de mejoría, y a
diferencia del adulto en el que influyen los factores ambientales como la dieta
y exposición a ambientes riesgosos, en el niño eso no ocurre, por lo que las
causas siguen siendo bastante desconocidas, aunque últimamente se menciona la
incidencia de factores de tipo genético", explica.
En este sentido, la
especialista resalta de qué manera la especialización en quimioterapia; radioterapia
y tratamientos de soporte como atención nutricional, orientación psicológica,
apoyo familiar y prevención del abandono del tratamiento, promovido por las
autoridades sanitarias del país durante los últimos años ha contribuido a que
aumenten los índices de curación en el país.
"Lo importante de
esta fecha es resaltar lo trascendente de esta enfermedad, especialmente de
cara a los padres, familiares y allegados para que presten atención a las
señales y los síntomas que pueden ayudar a detectar tempranamente el cáncer en
los niños y con eso salvarles la vida", resalta la directora del
oncológico Luis Razetti.
Alerta frente a la sintomatología
Entre
la sintomatología que debería representar un llamado de atención a los padres
para acudir a una evaluación médica especializada, Gómez destaca los
siguientes: Fiebre alta injustificada (o que no cede con tratamiento médico)
por dos semanas, aparición de puntos rojos en la piel, cansancio prolongado o
decaimiento profundo, hallazgo de bultos o prominencias en cualquier parte del
cuerpo, fatiga, sangrado, pérdida inexplicable del apetito y dolor óseo
localizado.
El oncológico infantil
Luis Razetti, ubicado en Cotiza, Caracas, es sólo uno de los centros que presta
de manera gratuita atención integral a los niños con cáncer. También el
hospital infantil J.M. De los Ríos (con la unidad de radioterapia más
especializada del país), el Clínico Universitario y el Hospital Elías Toro son
instituciones que forman parte de la política de accesibilidad gratuita a los
tratamientos contra el cáncer impulsada por el Gobierno Nacional, a través del
Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss).
Según reseñó AVN, también
en los estados Carabobo, Lara, Zulia, Táchira, Mérida, Sucre, Anzoátegui y
Bolívar existen centros de salud pública con oncólogos pediátricos que prestan
atención integral -desde diagnóstico hasta tratamiento- lo que representa un
ahorro a las familias de los niños y jóvenes que padecen esta enfermedad.