Este
9 de enero, se conmemoran 2002 años de la Batalla de Clarines, que constituyó
una batalla patriótica ante la arremetida de tropas realistas contra el Padre
de la Patria, Simón Bolívar y el General Juan Bautista Arismendi.
Ambos
próceres, habrían arribado a la provincia de Barcelona provenientes de la Isla
de Margarita el 31 de diciembre de 1.816, con el propósito de planear una nueva
ofensiva independentista sobre Caracas, la cual se desarrollaría con tropas
provenientes de regiones como Apure, Guayana y Cumaná.
la época, a la altura del río Unare, ubicado
adyacente al pueblo de Clarines, actual capital del municipio Bruzual del
estado Anzoátegui, en el oriente venezolano, se encontraban tropas enemigas del
Libertador, quien se habría puesto en marcha hacia Píritu, pero fue interceptado.
Bolívar
y Arismendi enfrentaron a las fuerzas armadas españolas con 900 soldados
patriotas y 700 infantes procedentes de la Isla de Margarita, mientras que los
realistas atacaron con 550 soldados, 300 flecheros y 40 jinetes indios, estos
últimos comandados por el Cacique y Capitán de Caballería, José María Chaurán.
La
historia relata que el jefe indígena tomó rumbo hacia la inminente naturaleza
propia del poblado de Clarines, buscando salir en retaguardia con 40 jinetes
ante las tropas de soldados patriotas, quienes se dispersaron y fueron
perseguidos por los originarios y demás tropas reales, resultando muertos.
Esto
produjo que las fuerzas españolas se adueñaron del campo, dejando saldo de 900
hombres patriotas fallecidos producto de las balas y flechas o ahogados en el
balneario Unare.
Bolívar
y el General Arismendi regresaron en mula a la provincia de Barcelona, donde
las dificultades estratégicas tras la derrota de la Batalla de Clarines,
obligaron al Libertador a partir hacia Guayana, para organizar la toma de
Angostura, en miras de hacerse fuerte en el Orinoco y Guayana.
El
Padre de la Patria dejó las fuerzas independentistas de Barcelona, bajo la
jefatura del General Pedro María Freites.